Hace aproximadamente 6 años, me fui a Los 3 Valles en los Alpes Franceses. La estación por si misma es una maravilla, con 600 Km de pistas, y lo que no son pistas... De aquella yo estaba en mi etapa de Snowboarder.
La semana no empezó muy bien, no había toda la nieve que esperábamos pero las pistas estaban cubiertas. Pero a mediados de la semana nos llego un temporal que no sabíamos entonces lo que nos iba a deparar. Dos días nevando sin parar y claro a 2000 y hasta 3500 m supuso que la montaña cogiera unos grosores de nieve polvo de entorno al metro.
El segundo día que estaba nevando la estación no abrió hasta las 12 de la mañana, porque estaban provocando avalanchas en las partes altas de la estación, pero la tarde nos dio una idea de lo que podría ser el día siguiente si el temporal remitía. Las palas estaban cargadas de nieve y deslizarse por la montaña se asimilaba a flotar sobre una nube. Así que esa noche me trace un plan para poder irme a hacer la esquiada mas larga que he hecho en mi vida.
Y el gran día llego, y cuando me desperté el cielo estaba sin una nube, las montañas estaban con un nevadón impresionante. Así que me calce las botas, cogí la tabla y me fui a hacer cola para coger el primer huevo del día, que me llevaría a la entrada del Valle de Val Thorens. Desde allí me dirigi a toda velocidad a una estación que esta debajo de Val Thorens, Les Menuires y desde allí subir a Point de la Masse (2804m). Casi no había pasado nadie por allí y los fuera pistas estaban completamente vírgenes, así que aproveche por allí un rato hasta que empezó a llegar la gente.
Entonces me dirigí hacia los glaciares que están en Val Thorens. El primero sería el Glaciar de Peclet, situado debajo de Aguile de Peclet (3560m). La silla te deja a una considerable altura, pero claro no nos íbamos a quedar ahí, así que tabla a la mochila y a patear unos cuantos de metros para arriba y así poder rodear una de las barrigas del glaciar y poder pasar al siguiente glaciar. La nieve aquí, creo que es la mejor que he pillado en mi vida, también los -15ºC creo que ayudaban bastante. Sol si, pero un frío... Así que la bajada por un bonito valle, la nieve por las rodillas y esa sensación de ir flotando y cuanta mas pendiente mas divertido claro.
Después le tocaba el turno al Glaciar de Thorens, debajo de la Punta de Thorens (3266m). En este según recuerdo no había muchas posibilidades de fuera pistas así que disfrute de la bajada por la ancha pista que te conducía al teleférico mas bestia en el que me he montado jamas.
El Cime Caron es un teleférico que te sube 1000 metros de desnivel de golpe y lo mejor de todo es que tiene una paredón impresionante por el cual baja una pista negra que quita la respiración. Así que no me pude resistir y me lance por esa pedazo de pista para después volver a subir por el mismo teleférico.
Desde la cima del Cime Caron se puede pasar al ultimo de los valles que es el de Orelle.
Una zona muy bonita que te lleva al Glaciar de Rosaël. Los dos fuera pista que me hice por este glaciar creo que no lo olvidare nunca, no por las bajadas en si, sino por las formaciones de hielo por las cuales pase, ese azul intenso es inolvidable.
Cuando termine me junte con la familia para comer en Orelle y ya nos dispusimos a volver a Motaret, dos valles mas lejos. Fue sin duda el mejor día de esquí de mi vida.
A posteriori, lo único de lo que me arrepiento fue de ir solo. Sobre todo por lo que ha contado Manu en la historia suya. Con la nieve en el estado que estaba no debería haber ido solo porque si llega a pasar algo allí me quedo.
Es una estación impresionante, muy recomendable para el freeride y para los amantes de freestyle hay unos parks impresionantes.
Un saludo desde Amsterdam de alguien que echa mucho de menos las montañas.
Escrito por Victor Gil. LOCAL DE: San Isidro y Pajares
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